Un piano melancólico toca una sencilla melodía en octavas, en un bucle ligeramente sincopado con contrabajo, batería y un sutil sintetizador automatizado. Sugerido para escenas de intriga, melancolía y oscuridad emocional, así como para subrayar secuencias que retratan el espionaje. Tono de sol menor, 127 bpm.