Una pieza de jazz lúdica y peculiar que presenta un oboe staccato y un bajo acústico en un estilo de dibujos animados sugiere que moverse sigilosamente es una misión divertida pero algo traviesa. Los chasquidos de dedos añaden una sensación despreocupada y infantil. Da la impresión de una persona o personaje que gana una ventaja mediante la astucia y el ingenio, o que se acerca sigilosamente a un objetivo. Las florituras del piano Rhodes aportan un leve aire de escena del inframundo o de intenciones siniestras.