Una melodía de jazz tranquila, lenta y cálida, como observar la puesta de sol a través de una gran ventana de un rascacielos. Ver las luces de la ciudad cobrar vida y el círculo naranja del sol disolverse en el horizonte. Con piano eléctrico, xilófono, guitarra y tambores 808. La música tiene mucho espacio y se asienta bien en el fondo.