El dulzainero, el acordeón y frases melancólicas de cuerdas se combinan para crear esta pieza clásica al estilo de los gánsteres italianos de los años 70, que contiene elementos de crimen y el inframundo. La pieza tiene un ligero toque retro, reminiscentes de una película de los años 70, que le otorgan una sensación urbana y cruda.