Una hermosa y tierna composición instrumental para piano al estilo del maestro clásico Yiruma, acompañada de una parte de violonchelo creativa y emotiva. Esta obra tiene un sentimiento melancólico, como si representara un amor que anhela florecer, a pesar de las dudas de los dos amantes sobre su éxito. Evoca pasión y calidez, manteniendo a la vez un aire de tranquilidad, perfecta como fondo relajante o incluso como banda sonora para una escena de amor.