La instrumentación tradicional escocesa, como el arpa celta y la flauta celta, se combina para crear una melodía escocesa de las Highlands agradable y fluida, con el acompañamiento de contrabajo y cuerdas. La melodía en sí misma contiene aspectos emocionales y tradicionales escoceses que evocan las montañas y el paisaje rural de Escocia.